martes, 7 de junio de 2011

MICHAEL CONNELLY: "Hielo negro" (1993)


A MODO DE INTRODUCCIÓN:
Antes de dar inicio a la segunda entrada de este blog dedicado a la figura del detective Harry Bosch, quisiera puntualizar (por si no quedó claro en la introducción a la entrada anterior) que el propósito del blog no estriba en realizar estudios profundos, ni literarios ni de ningún otro tipo, acerca de Michael Connely, su personaje Harry Bosch, o su producción narrativa. Para ello ya existen blogs de gran calidad que diseccionan la obra de Connelly desde diversos puntos de vista. Recomiendo especialmente WOODROW WILSON DRIVE, donde podéis encontrar todo lo que queríais saber y no os atrevisteis a preguntar (http://woodrowwilsondrive.es)
La misión de este blog se limita sólo a recorrer los lugares visitados por Harry Bosch en sus novelas, acompañados por la banda sonora de las mismas (en la que destacará, de forma mayoritaria, la música de jazz de los años cincuenta y sesenta, especialmente la interpretada al saxofón).
Como algunos sitios concretos se reiteran en muchos de los títulos (su vivienda, Park Center, algunos bares y restaurantes preferidos, etc.), se repetirá su aparición  si es determinante su importancia en la novela a la que se le dedique la entrada (siempre procurando que, al menos, la imagen escogida sea distinta)
Para terminar, sólo mencionar que con esta novela Michael Connelly ganó el Maltese Falcon Award otorgado por The Maltese Falcon Society de Japón.

Sinopsis

Cal Moore, del departamento de narcóticos, fue encontrado en un motel con un tiro en la cabeza cuando estaba investigando sobre una nueva droga de diseño llamada “hielo negro”. Para el detective Harry Bosch, lo importante no son los hechos aislados, sino el hilo conductor que los mantiene unidos. Y sus averiguaciones sobre el sospechoso suicidio de Moore parecen trazar una línea recta entre los traficantes que merodean por Hollywood Boulevard y los callejones más turbios de la frontera de México.
(Roca Editorial. Traducción: Helena Martín)



Capítulo 1
El humo se alzaba por el paso de Cahuenga y, al topar con una capa de aire frío, se dispersaba por todo el valle. (…) Si no lo apagaban pronto, llegaría a las montañas de Griffith Park, donde podría propagarse descontrolado durante horas. Se percibía un claro tono de desesperación en las voces de aquellos hombres.

Griffith Park
En la mesa del comedor le esperaban una copa de vino y tres tarjetas navideñas que aún no había abierto a pesar de que habían llegado la semana anterior. En el tocadiscos sonaba Song of the underground railroad, en la versión de John Coltrane.

"Song of the underground railroad" (John Coltrane)

La otra (felicitación)  también venía de México, concretamente del guía con quien Bosch había pasado seis semanas viviendo, pescando y practicando español el verano anterior. Harry había ido a recuperarse de un balazo en el hombro a Bahía San Felipe, donde el sol y el mar habían hecho milagros. En su mensaje navideño ‑escrito en español‑, Jorge Barrera también lo invitaba a que le hiciera una visita.

Bahía San Felipe
Al son de Spiritual de Coltrane ‑grabada en directo en el Village Vanguard de Nueva York, cuando Harry era todavía un niño‑, Bosch tomó un sorbito de vino y comenzó a fumarse un cigarrillo.
"Spiritual" (John Coltrane en Village Vanguard)
Capítulo 2
El espumillón y las luces navideñas que decoraban Hollywood Boulevard le daban un toque surrealista a aquella calle tan sucia y sórdida. «Es como una puta con demasiado maquillaje», decidió. Si es que aquello era posible.

Hollywood Boulevard en Navidad
Bosch se detuvo en un semáforo de Vine Street y observó a un hombre-anuncio que cruzaba la calle a grandes zancadas, dándose con las rodillas contra los tablones.

Vine St. (LA)
Cuando Bosch era niño y el Hideaway se llamaba El Río, la zona ya iba de capa caída. Pero no había tantas luces de neón y al menos los edificios, aunque no la gente, ofrecían un aspecto menos ruinoso. Al lado del motel, por ejemplo, había habido un bloque de oficinas de la compañía Streamline Moderne con aspecto de transatlántico. Obviamente el edificio había levado anclas hacía mucho tiempo y el solar había sido ocupado por unas pequeñas galerías comerciales.


Bloque de oficinas de la compañía Stremline Moderne
Capítulo 3
Bosch y Moore quedaron el martes por la noche en el Catalina Bar & Grill. Esa noche Moore estaba de servicio, pero el Catalina se hallaba a sólo media manzana del Boulevard. Cuando entró en el bar, Harry lo esperaba sentado en la barra del fondo. A los policías nunca les obligaban a tomar una consumición.

Bosch levantó la vista de los informes y la dirigió al fondo del callejón, por donde asomaba el edificio de cobre y cristal del Gremio de Directores y la parte superior de la valla de Marlboro que dominaba Sunset Boulevard desde tiempos inmemoriales.

Capítulo 9
Bosch cogió Los Ángeles Street hasta llegar a Second Street, y puso rumbo al bar Red Wind.

Red Wind Bar
Al llegar al edificio del Times, Bosch levantó la vista hacia el reloj y vio que eran las seis en punto, así que encendió la radio para escuchar el boletín informativo de la emisora KFWB.

Edificio de Los Ángeles Times
—¿Dónde podemos ir? —preguntó ella.
Harry abrió la puerta y se metió en el coche.
—¿Tienes hambre? ¿Y si vamos a Gorky's o al Pantry?
—Muy bien. ¿Está abierto Gorky's? Me apetece una sopa.
Como era hora punta, tardaron quince minutos en recorrer ocho manzanas y encontrar sitio para aparcar. Cuando finalmente llegaron a Gorky's, pidieron dos jarras de cerveza rusa de la casa y Teresa se tomó un caldo de pollo con arroz.

Capítulo 10
Eran pasadas las doce cuando Bosch volvió adentro. La casa olía al perfume de Teresa y a su propia culpabilidad. Bosch puso el compact de Frank Morgan, Mood Índigo, y se quedó de pie en la sala de estar. Mientras escuchaba sin moverse la melodía del primer solo ‑una canción llamada «Lullaby»‑, Bosch pensó que no había nada más honesto que el sonido de un saxofón.

Al no encontrar "Lullaby", he colocado este bellísimo tema de Frank Morgan que puede respirar la misma atmósfera ("The nearness of you")
Capítulo 11
Rickard ‑que se había puesto un suéter de algodón manchado de grasa y llevaba una bolsa de ropa sucia en la mano‑ caminaba por en medio de la calzada, cantando. Aunque no estaba seguro, a Bosch le pareció que se trataba del tema de Percy Sledge When a man loves a woman interpretada con voz de borracho.
"When a man loves a woman" (Percy Sledge) 
Capítulo 13
Bosch tomaba café en la barra del Pantry y comía unos huevos con bacon, tratando de recuperar energías.

Capítulo 17
Bosch dio una última calada al cigarrillo y arrojó la colilla a la alcantarilla. Antes de agarrar la porra que hacía las veces de tirador del Code 7, dudó un instante y se volvió a mirar al otro lado de First Street. Allí estaba Freedom Park, la extensión de césped que flanqueaba el edificio del ayuntamiento.
Ayuntamiento (Los Ángeles)

Capítulo 19
Era más de la una de la madrugada cuando Bosch llegó a Woodrow Wilson e inició la larga y sinuosa ascensión a su casa. Por el camino contempló los focos de los estudios Universal trazando ochos sobre las nubes bajas.

Bosch atravesó las opulentas poblaciones de Palm Springs y Rancho Mirage, pasando por calles con nombres de presidentes aficionados al golf y gente famosa. Mientras conducía por Bob Hope Drive, se acordó de la vez en que vio al cómico en Vietnam. Después de regresar de una misión de trece días en los túneles de la provincia de Cu Chi, el número de Bob Hope le había parecido divertidísimo. Sin embargo, cuando años más tarde pasaron por televisión unas imágenes del mismo espectáculo, lo encontró deprimente.

Imágenes documentales de Bob Hope en Vietnam

Bosch comenzó la búsqueda de su padre en el registro civil del condado. La partida de nacimiento de Hieronymus Bosch del hospital Queen of Angels, con fecha de 1950, decía que su madre era Margene Philips Lowe y que el nombre de su padre era el mismo que el suyo: Hieronymus Bosch.
Cerca de las diez Bosch se detuvo en un restaurante de carretera llamado El oasis verde, donde se comió unos huevos rancheros. Desde su mesa se contemplaba el lago de aguas plateadas llamado Saltón Sea y, en la lejanía, las montañas Chocolate. Bosch disfrutó en silencio de la belleza y la amplitud del paisaje.

Salton Sea y Montañas Chocolate
Bosch continuó hacia el sur por la ruta 86 atravesando la llanura que iba de Saltón Sea a las montañas de Santa Rosa. La tierra era de cultivo e iba descendiendo lentamente hasta más abajo del nivel del mar: el famoso valle Imperial. El terreno estaba surcado por acequias, por lo que, durante gran parte del viaje, lo acompañó el aroma a abono y verduras frescas.

Valle Imperial
Después de que lo sobrevolaran, Harry consultó sus mapas y encontró un área al sudoeste cerrada al público; se trataba de la Base de Artillería Naval de Estados Unidos en el monte Superstition. El mapa decía que era una zona de pruebas con fuego real y advertía a la gente que se alejara.

Monte Superstition
Capítulo 20
Calexico era como la mayoría de ciudades fronterizas: polvorienta y construida a ras de suelo. La calle principal era una abirragada mezcla de letreros de neón y plástico donde los omnipresentes arcos dorados de MacDonald's eran el único icono reconocible ‑aunque no necesariamente reconfortante‑ entre las oficinas de seguros de automóviles y las tiendas de recuerdos mexicanos.
Calexico

Un sexto hombre, que lucía una camisa de vaquero negra con bordados blancos y un Stetson de paja, tocaba la guitarra y entonaba una canción en español. Como cantaba despacio, Harry no tuvo problema en entenderla:
No sé cómo quererte,
ni siquiera sé como abrazarte,
porque lo que nunca me deja
es este dolor que me atormenta.
La voz quejumbrosa del cantante se oía claramente por todo el parque. A Bosch le encantó la canción, así que se apoyó contra el coche y se quedó fumando hasta que el hombre hubo acabado.
Los besos que me diste, mi amor
son los que me están matando.
Pero mis lágrimas se están secando
con mi pistola y mi corazón,
y aquí como siempre voy viviendo,
con la pistola y el corazón.
Al terminar, los hombres de la mesa de picnic aplaudieron y brindaron con las cervezas.

"La pistola y el corazón" (Los Lobos)
El Hotel de Anza era un edificio de tres pisos de estilo colonial con una antena parabólica en el tejado. Bosch aparcó en el sendero enladrillado de la entrada.

Cuando lo hizo, determinó que estaba en la calzada López Mateos, una calle que le llevaba hasta las puertas de las dependencias judiciales en la parte sur de la ciudad. Entonces el semáforo se puso verde y el tráfico volvió a moverse. Bosch se relajó un poco y miró a su alrededor, con un ojo siempre puesto en los rápidos cambios de carril. A ambos lados de la calle se sucedían tiendas y fábricas viejas, con sus fachadas de color pastel ennegrecidas por el humo de los vehículos que la atravesaban a diario. A Bosch le pareció deprimente. Por la calzada también discurrían varios autobuses escolares de la marca Chevrolet, que aunque estaban pintados de colores vivos, no conseguían alegrar la escena.

Calzada López Mateo (Mexicali)
Al cabo de un minuto, Bosch llegó a un complejo formado por tres grandes edificios con antenas convencionales y parabólicas en los tejados. Una señal cerca de la carretera indicaba que se trataba del ayuntamiento de Mexicali.

Capítulo 21
—Mexicali fue fundada alrededor del 1900 por la Compañía de la Tierra del Río Colorado. Ellos eran los propietarios de grandes extensiones de terreno a ambos lados de la frontera y necesitaban mano de obra barata para la recolecta del algodón y varios alimentos —explicó Águila—. Así que se establecieron en Mexicali, al otro lado de Calexico, supongo que con la idea de que fueran ciudades gemelas. Trajeron a diez mil chinos, todos hombres, y formaron una ciudad: la ciudad de la compañía.

Mexicali (foto antigua)

Mexicali (foto actual)
Capítulo 23
Recortados contra el horizonte, Bosch distinguió los edificios de las dependencias de justicia y, cerca de ellos, a la derecha, una estructura redonda como la de un estadio: la plaza de toros.

Plaza de Toros (Mexicali)

No hay comentarios: