A MODO DE INTRODUCCIÓN
"La rubia de hormigón" (1994) fue la tercera novela que escribió Michael Connelly, y durante diez años permaneció inédita. A través del personaje de Alyce Moore se enlaza la presente novela con la anterior del autor ("Hielo negro")
SINOPSIS
Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de N. Church. Años atrás, estando de servicio, Bosch mató a Church, a quien creía culpable de una serie de asesinatos. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido. El hallazgo de un nuevo cadáver con el sello de Church, pero cometido tras la muerte de éste, complica aún más las cosas para Bosch. Alguien, emulando a Church, pretende continuar con los asesinatos.
(ROCAEDITORIAL. Traducción: Javier Guerrero)
PRÓLOGO
La casa de Silverlake estaba a oscuras, sus ventanas tan vacías como los ojos de un cadáver. Era una construcción antigua, de estilo California Craftsman, con un porche que se extendía por toda la fachada y dos ventanas de buhardilla en la larga pendiente del tejado. No se veía ninguna luz encendida tras los cristales, ni tampoco encima del dintel. La casa proyectaba una oscuridad ominosa que ni siquiera el resplandor de la farola de la calle lograba penetrar. Si había un hombre aguardando en el porche, Bosch probablemente no podría verlo.
Casa estilo California Craftsman
CAPÍTULO 6
Así que, durante la pausa para almorzar, sacó su coche del aparcamiento del Parker y condujo hasta el barrio de la industria de la confección para comer en Gorky's. El restaurante ruso servía desayunos todo el día y pidió huevos con beicon y un especial de patatas y se llevó la bandeja a una mesa donde alguien había dejado un ejemplar del Times.
CAPÍTULO 7
El valle de San Fernando era el dormitorio comunitario de la ciudad en más de un sentido. También era la sede de la industria pornográfica de la nación.
El valle de San Fernando era el dormitorio comunitario de la ciudad en más de un sentido. También era la sede de la industria pornográfica de la nación.
CAPÍTULO 11
Caminaron por Temple hasta Los Angeles Street. Bosch no se fijó en la gente que tenía al lado, en los vagabundos que agitaban sus tazas en las esquinas. (...) El semáforo cambió y los dos detectives cruzaron Los Angeles Street y luego giraron a la derecha hacia el Parker Center.
Caminaron por Temple hasta Los Angeles Street. Bosch no se fijó en la gente que tenía al lado, en los vagabundos que agitaban sus tazas en las esquinas. (...) El semáforo cambió y los dos detectives cruzaron Los Angeles Street y luego giraron a la derecha hacia el Parker Center.
CAPÍTULO 12
Bosch tiró el cigarrillo en la fuente que formaba parte del monumento a los agentes caídos en acto de servicio y entró por las puertas de cristal que daban acceso al Parker Center.
Monumento a los Agentes caídos en Acto de Servicio (L.A.)
Bosch aparcó en el garaje del centro comercial y accedió al vestíbulo exterior a través de la entrada trasera. Era todo de mármol italiano, con un gran piano en el centro que tocaba solo. Bosch reconoció la canción. Era un estándar de Cab Calloway: Everybody That Comes to My Place Has to Eat.
"Everybody eats when they come to my house" (Cab Calloway)
CAPÍTULO 14
Laurel Canyon es una vía serpenteante que conecta Studio City con Hollywood y el Sunset Strip a través de las montañas de Santa Mónica. En el lado sur, donde la carretera pasa por debajo de Mulholland Drive y los cuatro rápidos carriles se estrechan a dos en una invitación a una colisión frontal, el cañón se convierte en el Los Ángeles enrollado, donde los búngalos del Hollywood de hace cuarenta años conviven con edificios contemporáneos de cristal de varios niveles que a su vez tienen por vecinos a casitas de pan de jengibre.
Harry Houdini construyó allí un castillo entre las colinas empinadas, y Jim Morrison vivió en una casa de madera cerca del mercadillo que todavía sirve como único reducto del comercio en el cañón.
Casas de Harry Houdini y Jim Morrison en Laurel Canyon
Condujo hasta Woodrow Wilson Drive y después cuesta abajo hasta la casa que se alzaba en un saledizo y tenía vistas al paso de Cahuenga. No había dejado ninguna luz encendida porque con Sylvia en su vida nunca sabía cuánto tiempo tardaría en volver.
FOTO
CAPÍTULO 20
Sinatra cantaba Summer Wind desde una máquina de discos que Bosch no podía ver.
"Summer Wind" (Frank Sinatra)
Bosch pensó en todo ello durante unos minutos. Observó que la banda empezaba con un tema de Billy Strayhorn titulado Lush Life.
"Lush Life" (Billy Strayhorn)
Después de que Edgar se hubo ido, Bosch captó la atención de la camarera y pidió otra ronda. El cuarteto tocaba Rain Check con algunos riffs improvisados que a Bosch le gustaron. El whisky estaba empezando a calentarle el estómago y se sentó, fumó y escuchó, tratando de no pensar en nada que tuviera que ver con polis o asesinos.
"Rain Check" (por Duke Ellington)
Bosch volvió a mirar al cuarteto. Continuaba con el repertorio de Strayhorn y estaban en Blood Count. El saxofonista era muy competente. Se quedaba en el punto y el fraseo era limpio.
CAPÍTULO 21
Miró a través del parabrisas al monolito gris que era el Parker Centén La mayoría de las luces estaban encendidas, pero sabía que las oficinas ya se habían vaciado. Las luces de las salas de brigada siempre quedaban encendidas para dar la apariencia de que la lucha contra el crimen nunca dormía. Era una mentira.
"Blood Count" (por Duke Ellington)
CAPÍTULO 21
Miró a través del parabrisas al monolito gris que era el Parker Centén La mayoría de las luces estaban encendidas, pero sabía que las oficinas ya se habían vaciado. Las luces de las salas de brigada siempre quedaban encendidas para dar la apariencia de que la lucha contra el crimen nunca dormía. Era una mentira.
CAPÍTULO 24
Aunque la Universidad del Sur de California estaba situada en los barrios bajos que rodean el Coliseum, una vez que se traspasaba la verja y se entraba en el campus, todo parecía tan bucólico como en Catalina. No obstante, Bosch sabía que aquella paz había sido quebrantada cada vez con mayor frecuencia, hasta el punto de que incluso para los Trojans podía resultar peligroso jugar al fútbol.
Aunque la Universidad del Sur de California estaba situada en los barrios bajos que rodean el Coliseum, una vez que se traspasaba la verja y se entraba en el campus, todo parecía tan bucólico como en Catalina. No obstante, Bosch sabía que aquella paz había sido quebrantada cada vez con mayor frecuencia, hasta el punto de que incluso para los Trojans podía resultar peligroso jugar al fútbol.
Universidad del Sur de California
CAPÍTULO 25
Atravesaron en coche el valle de San Fernando y llegaron a Saddie Peak Lodge por el cañón de Malibú. Era una antigua casa de cazadores y el menú era la pesadilla de un vegetariano. No había más que carne, desde venado hasta búfalo.
Atravesaron en coche el valle de San Fernando y llegaron a Saddie Peak Lodge por el cañón de Malibú. Era una antigua casa de cazadores y el menú era la pesadilla de un vegetariano. No había más que carne, desde venado hasta búfalo.
CAPÍTULO 27
—Se dirige al Dome —dijo Sheehan al fin.
—Se dirige al Dome —dijo Sheehan al fin.
—¿Al Dome? —preguntó Bosch.
—Al cine de Sunset, pasando Wilcox. Acaba de aparcar. Ha comprado una entrada y se ha metido dentro. Debía de estar haciendo tiempo en el coche hasta que empezara la película.
Bosch intentaba imaginarse la zona. La gigantesca cúpula geodésica era uno de los cines más conocidos de Hollywood.
CAPÍTULO 29
Desde la suite de dos ambientes del hotel Loews, en Santa Mónica, tenían una panorámica del océano más allá de una playa inmensa. Era el tipo de habitación que incluía albornoces largos de rizo y bombones envueltos en papel dorado encima de las almohadas. La puerta delantera de la suite estaba situada en el cuarto piso de un edificio de cinco plantas con una fachada de cristal que daba al Pacífico, desde la que se alcanzaba a ver todo el arco de la puesta de sol.
Desde la suite de dos ambientes del hotel Loews, en Santa Mónica, tenían una panorámica del océano más allá de una playa inmensa. Era el tipo de habitación que incluía albornoces largos de rizo y bombones envueltos en papel dorado encima de las almohadas. La puerta delantera de la suite estaba situada en el cuarto piso de un edificio de cinco plantas con una fachada de cristal que daba al Pacífico, desde la que se alcanzaba a ver todo el arco de la puesta de sol.
Hotel Loews (Santa Mónica)
CAPÍTULO 31
A las siete y media de aquella tarde, Bosch estaba sentado en el Caprice en el aparcamiento trasero de St. Vibiana, en el centro de Los Ángeles. Desde su posición, divisaba media manzana de la Segunda, hasta la esquina con Spring.
A las siete y media de aquella tarde, Bosch estaba sentado en el Caprice en el aparcamiento trasero de St. Vibiana, en el centro de Los Ángeles. Desde su posición, divisaba media manzana de la Segunda, hasta la esquina con Spring.
St. Vibiana Cathedral (L.A.)
CAPÍTULO 33
—¿Quieres que salgamos este fin de semana? —preguntó él—. ¿Que nos vayamos de la ciudad? Podríamos hacer el viaje hasta Lone Pine y quedarnos en una cabaña mañana por la noche.
—¿Quieres que salgamos este fin de semana? —preguntó él—. ¿Que nos vayamos de la ciudad? Podríamos hacer el viaje hasta Lone Pine y quedarnos en una cabaña mañana por la noche.
—Sería fantástico. Yo podría... Podríamos hacerlo.
Unos minutos después ella comentó:
—Harry, puede que no podamos quedarnos en una cabaña. Hay muy pocas y normalmente los viernes están todas ocupadas.
—Ya he reservado una.
Lone Pine Lake